Lidiar con las heridas del alma es cosa de valientes no es fácil para nadie levantar la cabeza después de dichas experiencias, mucho menos si la persona quien las causo era tan importante en nuestra vida.
Se sabe muy bien que el proceso de sanar esas heridas es muy largo en ocasiones, en otros no tanto, pero que sin lugar a dudas compromete todo el ser entero de una persona, llevándose al alma y cuerpo consigo.
Habrán muchas noches de llanto y reproches, momentos de felicidad, pero que poco a poco te harán creer como una persona nueva y mejorada.

Dale tiempo al tiempo
El tiempo es el mayor de los remedios, nadie lo apura ni lo retrasa, el marcha cual perfecto marcapasos, con el tiempo las heridas comenzaran a sanar todas las mal hechuras de tu corazón, hasta que solo sea un simple recuerdo.Más que darte tiempo para que se lleve cada uno de los motivos de las heridas del corazón, es momento de que te des tiempo a ti mismo, que analices y deje fluir todo aquello que te atrapa a la razón de seguir herido.
Deberás entonces evaluarte, perdonarte y darte otra oportunidad para seguir adelante y poner en marcha una absoluta mejora a tu ser y a tu autoestima.
Perdona y olvida
Existe una creencia que habla de perdonar pero no olvidar, y si esta es del todo cierto no tiene sentido que persones, pues el recuerdo te seguirá haciendo daño, regresándote a lo que te destruyó, evitando sanar tus heridas.Así que si decidiste perdonar, date entonces también la oportunidad de olvidarlo todo pero conservando la enseñanza que te dejo la experiencia de ser herida, quizá no vuelvas a él o ella, pero si deja atrás el amargo recuerdo.
Analiza y recuerda lo bueno y lo malo
Aunque recordar puede ser un poco doloroso, es algo que deberás hacer si por tu cabeza pasa sanar eso que te sigue lastimando, pero cuando lo hagas no recuerdes solo lo que te hacia feliz, sino también lo que te hacía daño.Analiza cada fragmento de su historia juntos y piensa sobre cada uno de ellos de una manera objetiva, ve tus fallas y las del otro, te darás cuenta qué las cosas no eran color de rosa, a diferencia de cómo siempre lo pintabas.
Consiéntete, invítate un trago
Una gran parte de todos los humanos de la tierra suelen pasar sus malos ratos con una o que otra copa, pues se dice que tiene la capacidad de ahogar todas y cada unas de las penas que el alma no pude sanar el alma.No tienes que ir y acabar con todas las bebidas de la tasca, pero no esta demás que vayas por uno y puedas darte un gusto para aliviar un poco los pesares, y porque no después, salir a cenar o al cine puede ayudar un poco más.
Recuerda que lo mejor es lo que pasa
Es difícil creerlo, pero una vez que veas todo el panorama veras que las cosas serán más claras, y que si bien fue difícil haber sido lastimado, sabrás que todo tomara un mejor rumbo, el rumbo perfecto para sanar las heridas de tu corazón.Tener presente que lo mejor es lo que pasa ayudara que los golpes próximos en el proceso de sanarte sean menos fuertes, y que consigas entonces la calma más pura que puedas contigo mismo.
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